lunes, 28 de febrero de 2011

Ansiedad & Fobias ante el comienzo de las clases


El regreso a la escuela es "una revuelta familiar"


El retorno (o el ingreso) a las aulas genera dudas, ansiedad y diferentes expectativas tanto en los grandes como en los chicos. Por el lado de los más pequeños, los temores pueden estar relacionados con el comienzo de una nueva etapa, con la intriga que produce lo desconocido. Para los padres, la vuelta a la “normalidad” de cada año implica una reorganización de horarios además de que les refleja el paso del tiempo y el crecimiento de sus hijos.
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Marzo es el mes en el que “oficialmente” comienzan todas las actividades luego del período de vacaciones, entre ellas está una que ocupa y preocupa a grandes y chicos: el inicio de clases. Este momento que marca el comienzo de una nueva etapa o la vuelta a lo cotidiano, significa, según indican los especialistas, “una revuelta en el núcleo familiar”.

En este sentido, el ingreso al sistema educativo implica cambios y modificaciones de una rutina que se estableció durante las vacaciones. Si bien para los chicos es la “entrada a un nuevo mundo” o el regreso a lo que ya se habían desacostumbrado, para los padres representa una “clara evidencia” del crecimiento de sus hijos.

“Cada vez que los chicos entran en una nueva etapa se da cierta revolución familiar, son situaciones en que los padres comienzan a advertir que su hijo crece y tienen que hacer una especie de duelo porque son cosas que les reflejan el paso del tiempo”, explicó la psicóloga Ana Krieger, integrante de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).

Por otro lado, más allá de que el niño vaya a ser quien experimente nuevas situaciones o tenga que readaptarse, para los adultos las preocupaciones y las dudas son muchas y variadas. Tienen que ver con la institución, con el desempeño de sus hijos y con la organización de los tiempos.

“Los padres padecen cierta ansiedad vinculada con las expectativas sobre cómo va a ser esta nueva etapa, si el chico se va a adaptar, si va a poder socializarse correctamente, si no va a tener trastornos de conducta y si va poder hacer buenos lazos con los compañeritos”, agregó la profesional.

Por otra parte, del lado de los chicos, los temores no son menores y varían de acuerdo a la personalidad de cada uno y a la etapa que estén atravesando, algo que también se relaciona con las expectativas que esos padres tienen sobre ellos.

“A veces hay grandes monstruos, como es el pasaje de la primaria a la secundaria, con los que el chico sobredimensiona el riesgo y piensa que va a ser imposible, algo que tiene mucho que ver con el entorno familiar”, indicó el presidente de Fobia Club, Gustavo Bustamante.

Frente a esto, ambos profesionales coincidieron en que es “muy importante” el acompañamiento de los adultos y también que tengan en cuenta las necesidades y preferencias de sus hijos sin proyectar aquello que querían para sí mismos en ellos y sin trasladarle sus propios miedos.

“Hay que dejar que el chico muestre su estilo, su personalidad, es indispensable ir acompañándolo, dándole alternativas y no quedarse con los estigmas de si es estudioso o no. Hay que quitarle un poco la presión y decirle que va a aprender”, agregó Bustamante.

En la misma línea, Krieger concluyó que los padres necesitan “tanto emocionalmente como en la realidad cotidiana habituarse a la idea y acompañar a los chicos en ese pasaje que implica salir de la casa e integrarse a otra institución”.

http://www.inforegion.com.ar/vernota.php?tipo=N&dis=1&sec=4&idPub=120798&id=223403

martes, 15 de febrero de 2011

LAS MAMAS ANSIOSAS….



El trastorno de ansiedad generalizada, se presenta como una ansiedad y preocupación excesiva, con relación a una situación, eventos o a otras personas. Las personas que lo sufren están constantemente pensando y anticipándose negativamente a los hechos. Por ejemplo, se preocupan por posibles accidentes o desgracias que puede sufrir algún familiar, aunque el familiar no se encuentre en peligro o en riesgo. A veces la preocupación tiene que ver con lo económico, o lo laboral, sin que exista ninguna razón para sentir miedo.
Este tipo de miedo es crónico, es decir se mantiene en el tiempo y es por esto que la persona necesita tener constantes reaseguros a fin de poder bajar su nivel de ansiedad. Como por ejemplo llamar o hacer que lo llamen varias veces en el día los familiares para confirmarle que está bien y que nada malo le ha ocurrido. Este trastorno al mantenerse a lo largo de la vida suele confundirse con un tipo de personalidad "ansiosa" y de ahí que la persona llegue a consulta después de padecerlo mucho tiempo.
A diferencia del ataque de pánico que se presenta abruptamente en la vida del sujeto, la ansiedad generalizada es constante, con lo cual las personas que
lo rodean lo toman como un patrón característico o familiar. Existe en el individuo una predisposición hereditaria para sufrir el trastorno de ansiedad generalizada, al igual que como ocurre con todas las personas que sufren un cuadro de ansiedad.
Lo sufre alrededor del 5 por ciento de la población en general, pasan varias horas en el día preocupados, a veces no pudiendo concentrarse en otras actividades tratando de poder confirmar o desconfiar sus teorías. Por lo general el poder imaginativo de los que sufren de esta patología es muy alto y muy rico, lamentablemente no muy variado. Por esto si el esposo no llega a horario, se imaginan que pronto van a tocar y timbre y le dirán: Ud. Es la viuda de Pérez o si pasa una ambulancia con la sirena, inmediatamente lo asocian con un accidente del familiar, o hasta a veces imagina el accidente en sí mismo viendo como el familiar es arrollado por un automóvil y visualizan la sangre, el golpe, etc.
Los síntomas son: tensión motora (temblores, dolores musculares, inquietud, fatigabilidad), sensaciones corporales (ahogos, taquicardias, diarreas,
nauseas, "nudo en la garganta" etc.) hipervigilancia , aprensión, dificultad para concentrarse, dificultades para dormir exageración en la respuesta de alarma.
La realidad nos muestra que existe una disminución notable en la calidad de vida del paciente, pero no solo el se ve afectado sino que los familiares se ven coartados y limitados en sus propias actividades ya que tienen que estar constantemente informando a qué lugares van, cuanto tiempo se van a demorar, a qué hora van a llegar. Y cuando ocurre algún imprevisto o tardanza inmediatamente comienzan a tratar de avisar lo más rápido posible a fin de que el otro se quede más tranquilo. Entonces los hijos tratan de no salir muy seguido, para no preocupar a su madre que constantemente le dice: "Ay, tengo miedo de que te pase algo, si vas a bailar llamame, yo total voy a estar despierta esperándote" y realmente no pegan un ojo en toda la noche hasta que el hijo no vuelve de bailar. Es así como a veces están llamando a todos los amigos del hijo, porque este se retrasó 30 minutos en su
llegada. Por ejemplo Nati (una paciente que sufría ansiedad generalizada para con su hija) comentaba "Si mi hija llego ½º hora antes del trabajo yo creo que la echaron del mismo, y si llego ½ después yo creo que tuvo un accidente y esta muriendose.
Realmente no pueden disfrutar de las actividades cotidianas y viven limitando sus capacidades por el exceso de ansiedad. El; tratamiento de la Ansiedad Generalizada es un tratamiento integral después de haber arribado a un buen diagnóstico utilizando todos los recursos técnicos que nos permitan observar su perfil bioquímico, bioeléctrico y de personalidad, además de una buena entrevista clínica.
A partir de ahí se puede hechar mano. Por un lado, al recurso farmacológico, para así disminuir el exceso nocivo de ansiedad en el organismo, y por otro lado el tratamiento cognitivo comportamental para cambiar toda esta interpretación catastrófica que tiene de los eventos. Este tipo de tratamiento permitirá reducir los intensos síntomas corporales como así también disminuir las expectativas aprensivas de los pacientes.


Fundación Fobia Club
www.fobiaclub.com