viernes, 30 de abril de 2010

Test: Escala de Ansiedad de Hamilton

Aqui va un test para que puedan realizarlo.
Indiquen la intensidad con que se cumplieron o no, durante el último mes, los síntomas que se describen en cada uno de los 14 ítems:
0. Ausente
1. Intensidad ligera
2. Intensidad media
3. Intensidad elevada
4. Intensidad máxima (invalidante)

1
Estado ansioso: Inquietud. Expectativas de catástrofe. Aprensión (anticipación con terror). Irritabilidad.
2
Tensión: Sensaciones de tensión. Fatiga. Imposibilidad de estar quieto. Reacciones de sobresalto. Llanto fácil. Temblores. Sensaciones de incapacidad para esperar.
3
Miedos: A la oscuridad. A los desconocidos. A quedarse solo. A los animales. A la circulación. A la muchedumbre.
4
Insomnio: Dificultades de conciliación. Sueño interrumpido. Sueño no satisfactorio, con cansancio al despertar. Sueños penosos. Pesadillas. Terrores nocturnos.
5
Funciones Intelectuales (Cognitivas): Dificultad de concentración. Falta de memoria.
6
Estado de ánimo depresivo: Pérdida de interés. No disfruta del tiempo libre. Depresión. Insomnio de madrugada. Variaciones anímicas a lo largo del día.
7
Síntomas somáticos musculares: Dolores musculares. Rigidez muscular. Sacudidas musculares. Sacudidas clónicas. Rechinar de dientes. Voz quebrada.
8
Síntomas somáticos generales: Zumbido de oidos. Visión borrosa. Oleadas de calor o frio. Sensación de debilidad. Sensaciones parestésicas ( pinchazos u hormigueos ).
9
Síntomas cardiovasculares: Taquicardia. Palpitaciones. Dolor torácico. Sensación pulsatil en vasos. Sensaciones de "baja presión" o desmayos. Extrasístoles (arritmias cardíacas benignas).
10
Síntomas respiratorios: Opresión pretorácica. Constricción precordial. Sensación de ahogo o falta de aire. Suspiros. Disnea (dificultad para respirar).
11
Síntomas gastrointestinales: Dificultades evacuatorias. Gases. Dispepsia: dolores antes o después de comer, ardor, hinchazón abdominal, nauseas, vómitos, constricción epigástrica. Cólicos (espasmos) abdominales. Diarrea. Perdida de peso. Estreñimiento.
12
Síntomas genitourinarios: Micciones frecuentes. Micción imperiosa. Amenorrea (falta del período menstrual). Metrorragia (hemorragia genital). Frigidez. Eyaculación precoz. Impotencia. Ausencia de erección.
13
Síntomas del sistema nervioso autónomo: Boca seca. Accesos de enrojecimiento. Palidez. Tendencia a la sudoración. Vértigos. Cefalea (dolor de cabeza) de tensión.
14
Conducta en el transcurso del test: Tendencia al abatimiento. Agitación: manos inquietas, juega con los dedos, cierra los puños, tics, aprieta el pañuelo en las manos. Inquietud: va y viene. Temblor en las manos. Rostro preocupado. Aumento del tono muscular o contracturas musculares. Respiración entrecortada. Palidez facial. Traga saliva. Eructos. Taquicardia o palpitaciones. Ritmo respiratorio acelerado. Sudoración. Pestañeo.

Puntaje:
Si su puntaje es igual o mayor a 18 es aconsejable que consulte con un especialista en Tratornos de Ansiedad, para que le realice una evaluación diagnóstica ya que puede estar padeciendo un Trastorno de Ansiedad

viernes, 23 de abril de 2010

Como diferenciar la Ansiedad Normal de la Patologica

El Sistema Nervioso tiene, entre otras funciones, la de brindar respuestas de lucha, huída o parálisis ante situaciones peligrosas, pero hay casos en los que no logra desconectarse y permanece en estado de alerta permanente
Piense en el limpiaparabrisas de un vehículo. Su función consiste en ser encendido en días de lluvia para facilitar la visión del conductor. Imagine que este conductor al vislumbrar unas nubes de tormenta, enciende el artefacto. Posteriormente comienzan a caer unas gotas, con lo cual, lo deja encendido. Sin embargo, al cabo de pocos minutos deja de llover, pero él piensa: "¿Para qué apagarlo? Puede comenzar a llover nuevamente". ¿Qué cree usted que ocurriría con el uso desmedido de este recurso técnico tan útil? Muy probablemente se deteriore y cuando el conductor efectivamente necesite de su funcionamiento, éste no pueda responder de la manera esperable. Comenzarán a desgastarse los engranajes, se rayará el vidrio, producirá ruidos molestos, etc. De manera análoga, el cuerpo humano puede verse afectado por la Hiperactividad del Sistema Nervioso. El mismo, entre otras actividades, se ocupa de brindarnos respuestas de lucha, huída o parálisis ante situaciones peligrosas. Pero si el sistema nervioso padece de dificultades para discriminar situaciones de peligro, nunca logrará desconectarse y permanecerá en estado de alerta permanente. Cualquier estímulo banal tiene posibilidad de transformarse en un peligro potencial. Esto indica que la dificultad podría encontrarse en la decodificación de los estímulos internos (como por ejemplo las sensaciones corporales) o externos (productos del medioambiente).Así lo explicó el doctor Gustavo Bustamante, director de la Fundación Fobia Club. Para él, "en los casos de ansiedad patológica pareciera observarse un Mecanismo de Preocupación Interna en busca de un problema externo en el cual depositarse y no a la inversa, es decir, de un problema real que dispare en consecuencia una preocupación lógica".En muchos casos las preocupaciones de tipo patológico pueden tener un contenido específico; por ejemplo, en el Trastorno de Ansiedad Social la persona está preocupada por su desempeño y por el temor a la crítica. En el caso del Trastorno de Pánico y la Agorafobia la preocupación refiere al miedo a padecer una crisis, de alejarse de algún lugar de seguridad, o temor a quedarse solo. En el caso del Trastorno Obsesivo Compulsivo el temor suele estar asociado a pensamientos o ideas parásitas dando como resultado rituales o Compulsiones como lavados excesivos, chequeos, etc. En el Trastorno de Estrés Postraumático la preocupación se vincula al temor de vivir nuevamente una situación donde hay riesgo de vida. Finalmente en la Fobia Específica, la preocupación se asocia a la posibilidad de encuentro con el objeto o la situación fóbica (aprensión a espacios cerrados, a insectos, etc.)."Los cuadros mencionados pertenecen al grupo de los Trastornos de Ansiedad (Clasificación Diagnóstica Manual D.S.M. IV TR) y tienen en común una reacción de ansiedad descontextualizada y desproporcionada en relación al objeto o situación temida", detalló el especialista, quien remarcó que sin embargo, "existe otro cuadro que pertenece a los Trastornos de Ansiedad denominado Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) donde es imposible establecer un tema específico de preocupación, pues ésta es fluida, es decir, que oscila de un origen a otro". Es el caso de una persona que puede estar preocupada por una situación académica, pero al escuchar la sirena de una ambulancia pasa a imaginar que un familiar se pudo haber enfermado o accidentado.

http://www.infobae.com/salud/512035-101096-0-Como-diferenciar-la-ansiedad-normal-la-ansiedad-patologica

jueves, 15 de abril de 2010

Miedo a conducir, cómo combatir la amaxofobia

La fobia es uno de los más frecuentes trastornos de ansiedad que presenta el ser humano actual. Si tratamos de definirla podemos decir de qué se trata de un temor irracional, exagerado ante determinado objeto que normalmente no produce ese tipo de respuestas.
Cualquier objeto puede transformarse en producto de fobia. Las más frecuentemente observadas son a ciertos animales, como las arañas, ratas, cucarachas, víboras, etc. Estas fobias ahora llamadas específicas, también pueden darse con animales no dañinos como perros o caballos, pichones o partes de los mismos como ser plumas o pelos. Hay fobia a sacarse sangre, a las tormentas, a los espacios cerrados (claustrofobia), a viajar en avión (aerofobia).
Como habitualmente decimos cualquiera de nosotros podría tener una fobia, pero solo en aquellas situaciones donde la fobia se convierte en un factor de deterioro de calidad de vida, es ahí donde empezamos a ver que se convierte en un verdadero trastorno y solamente ahí donde pensamos en que hay que tratarla. Por ejemplo, hay personas que pueden tener fobia a los camellos, pero la verdad es que en Argentina es poco probable que uno se encuentre de una forma sorpresiva con uno de estos animales, los “fóbicos a los camellos” si no van a un ZOO o a un circo es poco probable que se encuentren con un camello. Por esto jamás consultarían, pero imagínese que uno tiene fobia a manejar, seguramente es ahí donde podría plantearse una necesidad de tratamiento.
Dentro de una de las fobias que se esta conociendo en los últimos años encontramos a la fobia a conducir o también llamada amaxofobia. La palabra proviene del latín y se traduce como miedo a los carruajes.
La sociedad no es consciente de la importancia y la extensión de esta fobia. Seguramente, más de lo que la mayor parte de los conductores está dispuesta a reconocer. Porque no es fácil contarle a los demás que se tiene pavor a conducir. Y mucho menos, que lo comprendan. Sudores, temblores, taquicardias, dolor de estómago… son algunos de los síntomas que padecen los afectados. Incluso se dan casos de personas que han tenido que parar el vehículo al sentir una sensación de descontrol.
En la Fundación Fobia Club recibimos varias consultas con este tipo de preocupación, como por ejemplo dice Juan (35 años): “Hace dos semanas que me pongo nervioso solo cuando tengo que manejar mi auto en la ruta, o en la autopista, me pongo a sudar no soy capaz de pasar los 100 Km./h y si tengo que pasar a un auto me palpita el corazón, estoy muy preocupado nunca me ha pasado nada, ha sido de repente, no es que sufrí ningún accidente. Que hago? Esto me esta agobiando necesito manejar el coche para ir a mi trabajo que queda a 25 km. de mi casa.”
Dice Claudia (45 años) “Nunca puedo ir por Panamericana, cada vez que tengo que ir a Unicenter me voy por colectora y me siento que pierdo tiempo. No me animo a ir a ningún lado sola en el auto. Me muero de ganas por ser libre, sacarme este miedo que tengo adentro y poder manejar como lo hace toda persona de mi edad. No quiero vivir arriba de un remise o un colectivo toda mi vida siendo que tengo mi propio auto, se que todo esto es por mi temor irracional”
Qué hacer? Tiene Solución? Hay otros que padecen lo mismo?
Se calcula que un 10 % de la población de USA tiene este problema. La realidad es que como toda fobia especifica tiene un excelente pronóstico. Solo hay que hacer lo conveniente: un buen diagnóstico para después realizar un buen tratamiento
La gente que consulta en general son adultos entre 30 y 40 años, algunos que empezaron a sufrirlo después de pasar varios años sin manejar, muchos aprendieron de joven a manejar y por diferentes motivos comenzaron a manejar 15 años después. Los hombres parecen ser más reacios a admitir su miedo a conducir. Muchas veces los hombres manifiestan sus temores transformando sus miedo en agresividad y, si van asustados al volante, culpan a los demás de sus propios fallos, se pelean con otros conductores. Los accidentes de tráfico, las malas experiencias durante el periodo de aprendizaje al volante o los largos periodos sin conducir pueden causar amaxofobia, un temor extendido que pocas personas reconocen como tal.
Como cualquier fobia, requiere apoyo, paciencia, comprensión; volver a aprender a manejar e, incluso, recurrir a un especialista. Es importante a tener en cuenta:
. Síntomas Físicos: Sudores, temblores, dolor de estómago y taquicardias.
. Síntomas Psicológicos: Ansiedad, ataques de pánico y depresión.
TRATAMIENTO
* En muchos casos se hace necesaria la ayuda profesional para superar esta fobia a manejar, sobre todo cuando el miedo deriva de un accidente de tráfico, lo cual podría relacionarse con otro trastorno de ansiedad como es el :Trastorno de Estrés Post-Traumático.
* La familia muchas veces debe tratar de ser menos critico, mas comprensivo y estar dotado por una mayor cuota de paciencia, ya que muchas veces no logra comprender totalmente este problema.
Aunque muchas personas no lo tomen demasiado en serio, el problema es real. Es por eso que si UD. ve a un conductor que a veces no se anima a pasar a otro auto, a un camión, o que frena excesivamente o que va inclusive a menor velocidad de la mínima permitida para ir en una autopista: por favor no le haga señas de luces, no le “tire el auto encima”, no lo increpe, ya que puede ser una persona que esta padeciendo una enfermedad y que seguramente con una actitud intimidatoria solo aumentara el riesgo de un accidente.
Dr. Gustavo Bustamante
Director General
Fundación Fobia Club

http://www.unamiradadistinta.com.ar/miedo-a-conducir-como-combatir-la-amaxofobia/

jueves, 8 de abril de 2010

Cuando viajar en avión se transforma en un suplicio

La fobia a volar es un trastorno frecuente. Sin embargo, cada vez más personas deciden tratarse con terapias que enfrentan al paciente con su miedo.
Viajar en avión , en muchos casos, es motivo de gran estrés.
Diversos estudios internacionales han determinado que una de cada tres personas teme los aterrizajes, despegues y turbulencias. Y una de cada cinco evita volar debido al miedo que le provoca. Además, el 20 por ciento se automedica para intentar tranquilizarse en las horas previas al vuelo. Se trata de un verdadero problema en un mundo globalizado, donde las empresas requieren que sus gerentes, directivos y empleados tomen aviones de manera cada vez más frecuente. Incluso, muchas veces, la posibilidad de ocupar un puesto más importante implica tener que empezar a volar regularmente. Es entonces cuando algo que para muchos puede ser placentero o un simple trámite, para otros se convierte en una verdadera pesadilla.
Cómo se manifesta"En las personas que sufren de aerofobia, la conducta más común es es evitar los vuelos, y para quienes se encuentran obligados a realizarlos ya sea por cuestiones laborales o de fuerza mayor, lo padecen hasta llegar incluso a automedicarse o, aún peor, recurrir a la excesiva ingesta de alcohol para aliviar los síntomas", explica el psicólogo Gustavo Bustamante, presidente de Fobia Club.
Los síntomas comienzan en muchos casos varios días antes, por ejemplo desde que sacan el pasaje empiezan a consultar el pronostico del tiempo, a mirar si hubo accidentes registrados en los medios , preguntan a quienes en esos días vuelan como son los viajes, si hay mucha turbulencia y cosas por el estilo. Es decir, comienzan con una ansiedad anticipatoria. Y hasta a veces tiene pesadillas relacionadas con el tema.
Todo esto va acompañado por una serie de síntomas físicos, algunos que se presentan antes de viajar y otros en el mismo vuelo como transpiración, taquicardia, sensación de ahogo, flojedad en las piernas, dolores gastrointestinales e incluso en algunos se puede producir una crisis de pánico, sin que ello implica pader este trastorno específico.
Qué lo desencadena"Una experiencia negativa, como un vuelo con turbulencias, el mero desconocimiento de las razones físicas que mantienen a un avión en el aire o incluso el visionado de las consecuencias de un accidente aéreo por televisión suelen ser detonantes del problema, que puede aparecer en cualquier momento, incluso en personas que llevan años volando".
Además de los factores detonantes mencionados, el miedo a volar puede esconder otras fobias, como la claustrofobia, o el miedo a las alturas, por ejemplo. El especialista consultado por Infobae.com explica la diferencia entre los sexos ante este problema. "Los hombres son educados para intentar ser valientes y aprender a controlar la emoción del miedo o, al menos, a no expresarla; las mujeres, en cambio, la exteriorizan con naturalidad".
Además de los que presentan una fobia que les impide subirse a un avión, existen también muchos casos de personas que, padeciendo el problema con menor intensidad, acaban volando con un elevado grado de malestar. "Al final vuelan, pero incurriendo en conductas como pasarse el viaje bebiendo alcohol o tomando tranquilizantes.
Estas conductas, pueden ayudar al viajero a llegar a su destino pero, el miedo persiste y la persona lo sufrirá con igual intensidad la próxima vez", relata.Cómo tratarlo"El miedo a volar se puede superar en casi todos los casos abordando el problema de la forma adecuada.
En el Fobia Club se realizan cursos especiales a cargo de profesionales, psicólogos y comandantes de aeronaves, que en un período muy breve (2 a 3 semanas), informan sobre las maniobras y brindan conocimientos que permiten a los pacientes realizar sus vuelos con tranquilidad y placer. El curso culmina con una exposición en vivo, en primer lugar con aviones detenidos en pista y por último, con un vuelo a una ciudad cercana"."Hay gente que nunca voló, entonces al no exponerse al estímulo no comprueba qué es lo que puede pasar en un vuelo. Justamente, las terapias lo que hacen es acercar al paciente al estímulo, desde un enfoque integrativo, que permite reordenar la información".
"Hoy nadie se puede plantear el tema de no viajar, y decir que no quiere volar, pero la fobia a volar es algo muy comun entre los ejecutivos, por tal motivo lo mejor es aceptar el problema, expresarla, y realizar un tratamiento para superarlo, concluye Bustamante.